UC - Entrevistas
Licenciado por la ECAM y habiendo rodado tan sólo un largometraje y algunas series de televisión como ‘Impares’ o ‘La pecera de Eva’, Rodrigo Sorogoyen se lanza de nuevo a la dirección con una arriesgada apuesta cinematográfica que él mismo ha levantado junto con sus socios de Caballo Films: ‘Stockholm’, una rara avis en el panorama español con el que sorprendió en el Festival de Málaga llevándose los premios a la mejor actriz (para Aura Garrido), al mejor director y al mejor guión novel (que coescribe con Isabel Peña). Destinada a convertirse en una de esas películas cuyo título pasa de boca en boca, Sorogoyen habla con Universo Cinema sobre el fenómeno de un proyecto que pudo haber sido un corto, luego una cinta de guerrilla y luego una película huérfana, pero que se ha convertido en el título indie patrio del año incluso antes de estrenarse. |
- ‘Stockholm’ narra al el encuentro de dos desconocidos y cómo van accediendo el uno al otro en una sola noche. Háblanos de la génesis, ¿dónde nace una película como esta?
Son dos vertientes: el guión, que escribo por amor al arte con Isabel Peña, sabiendo que es una película de producción asequible con el sueño de hacerla algún día, y sobretodo porque nos gustaba esta historia y queríamos contarla. Al principio iba a ser un cortometraje, y yo vi que no funcionaba así, que tenía que ser un largo… y ella se cagó en los pantalones. Pero al final aceptó. Paralelamente creé una productora con unos amigos, Caballo Films, y lo que queríamos era hacer una película. Yo tenía este guión y vieron que era muy factible materializarlo.
- Cosa que no ha sido fácil, ¿no? La película ha estado al borde de convertirse en un título low cost de autodistribución.
Nos pusimos a buscar financiación de la manera habitual, buscando subvenciones o cadenas de televisión o productoras asentadas. Pero al ver las negativas decidimos hacerla nosotros. Iba a ser un proyecto de guerrilla, pero al final ha crecido lo suficiente como para conseguir una factura cuidada y que pueda competir.
- Con un presupuesto de 60.000 euros y, ahora con el estreno de apenas 15 copias en salas, ¿qué hubiera pasado si la película se hubiera delimitado al circuito menos comercial?
Que no tendría tanta difusión. La película tendría otra factura, aunque quizá sí tendría otro encanto. Yo no estoy para nada en contra de las pelis de guerrilla si la historia que esta contando es interesante. Pero sobretodo es la repercusión que pueda tener (poca o mucha), ya que todo lo demás lo hemos hecho nosotros ahora estamos trabajando con la distribuidora Festival Films.
- Supongo que su comercialización habrá sido más fácil desde el Festival de Málaga, ¿pero cómo recibisteis vosotros este éxito?
Nos da la seguridad de que hemos hecho bien algo que nos gusta y más para una producción como esta.
- El inicial relato indie de ‘Stockholm’ deriva en una segunda parte de la película claramente diferenciada, ¿cómo se articula una historia así? ¿Qué lleva a qué?
Visualmente queriamos hacer dos películas. A la primera le venía bien acercarla al cine indie, pero para que funcionase la segunda había que potenciar esto y luego borrarlo totalmente y hacer un tipo de cine más sobrio. Me interesaba contar dos películas en una, no lo había visto antes (aunque existirá, obviamente). Y me gustaba mucho como espectador una película que a mitad cambia de género. Entonces, como guionistas eso nos gustaba mucho. Mucha gente nos ha dicho que la primera parte es muy larga, pero no funcionaria igual porque lo interesante es ser honestos y contar que la vida son estas dos cosas.
- La película, en sus dos extremos, la soportan sólo dos actores: Javier Pereira y Aura Garrido. Algo arriesgado que, supongo, hará necesario eso que llaman “química”.
La química es importante. Pero nos vino bien que no se conociesen, porque como la película trata de dos desconocidos ayudó mucho. Entonces, eso vino muy bien, sobretodo para conseguir las dos partes, la parte de la seducción, porque no has mostrado tus armas o eres un desconocido y puedes mantener ese punto de misterio, y luego para la parte incómoda.
- Y habrá mucho de personal en ella, tanto por los actores como por el guión.
Si, esto no me ha pasado a mí ni a una persona concretamente. Nos hemos nutrido de varias anécdotas, pero vamos, esta claro que esto que contamos en la película pasa cada fin de semana.
- ¿Qué diferencias has encontrado a la hora de levantar esta película con respecto a tu anterior trabajo, ‘8 citas’? ¿Y cómo afrontas un tercero?
Han sido dos experiencias completamente distintas. La primera escribí y dirigí que es a lo que me dedico y aquí dirigí 12 días y he producido tres años. Me quedo de largo con esta, porque lo hemos controlado todo y hemos sido nuestros propios jefes y eso está muy bien. En el cine hay una cosa muy bonita que es el trabajo en equipo, pero luego hay algo muy coñazo, que es que luego todos terminan mandando más que tú, y me refiero a los productores, las cadenas de tv, la distribuidora. Entonces, con ‘8 citas’ yo me dediqué a lo que me dediqué, intenté hacer mi trabajo lo mejor que pude, pero hubo muchas decisiones con las que no estaba de acuerdo y que no las tomé yo, como es normal. Siendo una experiencia muy buena ‘8 citas’, no la borro para nada. Pero en esta ha sido todo lo contrario, hemos sufrido mucho más, nos hemos peleado mucho más, pero hemos decidido todo nosotros y hemos hecho la película que hemos querido y estamos tan contentos porque nos ha salido bien y la experiencia ha sido muy positiva. Yo espero que cuando se vea esto nos sirva para algo, quiero que a nivel productora Caballo Film no se muera aquí y nos sirva para hacer algo más grande.
- ‘Stockholm’ está dando mucho que hablar, incluso antes de haberse estrenado. Y, bueno, ese cariz indie y su retrato generacional la ponen en el siempre peligroso disparadero de convertirse en obra de culto. ¿Esto es bueno o malo?
Es peligroso. Hay críticas que nos ponen por las nubes y cada vez que leemos una es un subidón. Pero cada vez que alguien nos pregunta les decimos: chicos, fueron 12 días de rodaje y 60.000 euros de presupuesto, no os esperéis una obra maestra… porque si te la esperas… no. Pero si te esperas una película normalita: sorprende. Y yo creo que ‘Stockholm’ va a sorprender porque está hecha en 12 días y con 60.000 euros… y eso sí la convierte cualitativamente en un peliculón, si me permites… pero es muy peligroso. Si la gente empieza a decir que es una peli de culto ya va ver gente que va a estar en contra. Así que espero que eso no se propague mucho.
Entrevista realizada por Manu Cabrera.